Germaine Tailleferre

Germaine Tailleferre

1892 - 1983

Germaine Tailleferre (Saint‑Maur‑des‑Fossés, 19 de abril de 1892 – París, 7 de noviembre de 1983) fue una compositora francesa y la única mujer del famoso grupo Les Six. Su música se caracteriza por una mezcla de claridad neoclásica, humor y elegancia, y abarca desde obras para piano hasta ballets, óperas y bandas sonoras.

Una infancia marcada por la oposición paterna

Nacida con el nombre de Marcelle Germaine Taillefesse, creció en una familia de clase media. Su padre se oponía firmemente a la idea de que la música fuera una profesión y prefería que su hija se dedicara a un oficio más conservador. A pesar de ello, su madre le enseñó a tocar el piano y la animó a componer pequeñas piezas. Cuando empezó a tomarse en serio su vocación, la joven Germaine adoptó el apellido Tailleferre (“corta hierro”) como gesto simbólico de independencia y determinación.

Una joven compositora en el París de las vanguardias

Tras recibir sus primeras lecciones en casa, estudió piano y composición en el Conservatorio de París. Allí conoció a Louis Durey, Francis Poulenc, Darius Milhaud, Georges Auric y Arthur Honegger. Juntos, bajo la inspiración de Jean Cocteau y con el respaldo de Erik Satie, conformarían el grupo Les Six, abanderando un nuevo estilo musical que buscaba simplicidad y frescura frente al romanticismo tardío.

En la década de 1920 se consolidó como una de las voces más singulares de la música francesa. Escribió obras como el Concierto para piano (1923), el Concertino para arpa (1927) y el ballet Le marchand d’oiseaux (1923), que fue uno de los grandes éxitos de los Ballets Suédois. Su música combinaba melodías luminosas con armonías modernas y ritmos ágiles, sin perder nunca un aire de elegancia.

Una madurez marcada por la guerra y el exilio

La década de 1930 amplió su repertorio con conciertos para dos pianos, violin, soprano y orquesta, así como con óperas como Zoulaïna y Le marin de Bolivar. También compuso la cantata La cantate de Narcisse en colaboración con Paul Valéry. En 1932 contrajo matrimonio con el abogado Jean Lageat y un año después tuvieron a su hija Françoise. Durante la Segunda Guerra Mundial se vio obligada a abandonar Francia; tras una peligrosa travesía por España consiguió llegar a los Estados Unidos, donde trabajó como pianista y docente.

Al finalizar la guerra regresó a París y retomó su actividad creativa. Aunque su matrimonio con Lageat terminó oficialmente en 1955, continuó componiendo sin interrupción. Sus obras de posguerra incluyen el Concerto des vaines paroles (1954), el Concertino pour flûte, piano et orchestre (1959) y numerosos ballets y partituras para televisión. Con la edad se dedicó también a escribir piezas breves y canciones para niños.

Un legado que abre caminos

Tailleferre rompió barreras al ser la única mujer de Les Six, y su legado ha cobrado mayor relevancia en las últimas décadas. Su música, caracterizada por una claridad de líneas y un sentido del humor sutil, sigue interpretándose en todo el mundo. Además de sus obras concertísticas y teatrales, dejó numerosas piezas para piano, cámara y voz que muestran su versatilidad. La recuperación y difusión de su repertorio contemporáneo evidencian la importancia de su figura en la historia de la música del siglo XX.

Obras recomendadas

  • Concierto para piano y orquesta (1923)
  • Concertino para arpa y orquesta (1927)
  • La Nouvelle Cythère (1929) – suite para piano
  • Le marchand d’oiseaux (1923) – ballet
  • Concierto para dos pianos, coro, saxofones y orquesta (1934)
  • La cantate de Narcisse (1938) – cantata sobre un poema de Paul Valéry
  • Concerto des vaines paroles (1954) – para barítono, piano y orquesta